El asesino confeso del candidato presidencial mexicano Luis Donaldo Colosio, que cumple una condena de 45 años de prisión, podría recuperar su libertad por el fallo de un tribunal que invalidó la sentencia y ordenó una nueva resolución del caso, indicó el Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP) el sábado.
A través de un comunicado, el IFDP planteó que la nueva sentencia podría abrir el camino para que se “deje en libertad” a Mario Aburto, quien se declaró autor material del homicidio de Colosio en uno de los casos más polémicos que ha marcado la política mexicana.
El asesinato del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que recibió dos disparos el 23 de marzo de 1994 durante en un mitin de campaña en la ciudad fronteriza de Tijuana, en el estado de Baja California, desencadenó una fuerte crisis política en México.
El pronunciamiento de la Defensoría Pública, que tuvo a su cargo la defensa de Aburto, se dio a conocer un día después de la resolución que emitió un tribunal colegiado que invalidó la sentencia del 1994 alegando que el asesino debió ser juzgado por el delito de homicidio con base en el Código Penal del estado Baja California, que contempla una pena máxima de 30 años de prisión por ese delito del fuero común, y no de acuerdo con el Código Penal Federal.
Ahora Aburto deberá ser sentenciado nuevamente bajo el Código Penal de Baja California, señaló el IFDP, agregando que espera que el tribunal declare “compurgada la pena” puesto que el próximo año el asesino completa 30 años encarcelado.
El IFDP indicó que se mantiene abierta la investigación penal por los hechos de tortura que denunció Aburto.
La decisión del tribunal a favor de Aburto puso de nuevo en la agenda pública el caso político más sonado de la historia reciente de México, que podría tener incidencia en medio de la incipiente campaña para las elecciones presidenciales del 2024, afirmó Patricio Morelos, profesor en Ciencias Políticas del Instituto Tecnológico de Monterrey.
Morelos dijo a The Associated Press que el hecho de que se vuelva hablar de los “verdaderos culpables del caso Colosio” y la posibilidad de que Aburto ofrezca declaraciones que golpeen a la oposición, podrían generar un impacto en la escena política mexicana.
Aburto, que se encuentra actualmente en una prisión de máxima seguridad, confesó que actuó en solitario para asesinar a Colosio, pero tiempo después denunció que fue víctima de torturas reiteradas en medio de versiones de que el magnicidio pudo tener connotaciones políticas y ser alentado desde el poder.
En 1994 el presidente era Carlos Salinas de Gortari, dirigente del PRI, el mismo partido que Colosio prometía renovar.
Hace dos años, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México recomendó a la fiscalía federal reabrir la investigación del caso debido a las quejas por torturas interpuestas por Aburto y denuncias sobre irregularidades en su proceso.