En este Día Internacional de las Mujeres Rurales te explicamos por qué es importante reconocerlas en nuestro país
Fue en el año 2007 cuando la Asamblea General de Naciones Unidas puso sobre la mesa la importancia de reconocer a la mujer rural y el valor que tiene para el mundo entero, por ello, designaron el 15 de octubre como el Día Internacional de las Mujeres Rurales.
“El empoderamiento de las mujeres y las niñas rurales es esencial para construir un futuro próspero, equitativo y pacífico para todos en un planeta sano. Es necesario para lograr la igualdad entre los géneros, garantizar un trabajo decente para todos, erradicar la pobreza y el hambre y adoptar medidas relacionadas con el clima”, declaró el António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.
Y es que, aunque las mujeres rurales son sumamente importantes para las sociedades de todo el mundo, es uno de los grupos más marginados en muchos sentidos. Las mujeres rurales, entre las que se encuentran las mujeres indígenas, sufren de todo tipo de violencia. Por supuesto, esta situación está presente en México.
Qué le debemos a las mujeres indígenas de México
Las mujeres indígenas han aportado a la sociedad mexicana un montón de conocimiento invaluable. Su presencia es esencial para el correcto funcionamiento de más de una comunidad. Pese a ello pertenecen a uno de los grupos más golpeados del país.
Entre sus aportaciones se encuentra la preservación de las lenguas indígenas. En México se hablan actualmente 68 lenguas indígenas, entre las que figuran el mixteco, el mixe, el náhuatl, mayo, seri, tarasco, triqui, zoque, zapoteco, maya y huichol.
Estas lenguas y todas las que existen continúan en nuestro país, de alguna manera, gracias a las mujeres indígenas que las hablan y que transmiten este ancestral conocimiento a las nuevas generaciones. La riqueza de idiomas es importante en nuestro país porque aportan una forma diferente y valiosa de entender el conocimiento.
La medicina tradicional es otra de las aportaciones fundamentales de las comunidades indígenas, y precisamente, son las mujeres quienes cuentan con gran conocimiento en esta área. Este ancestral saber tiene una importancia fundamental para el tratamiento y cura de diversas enfermedades, además que forma parte de la identidad cultural de más de un pueblo.
Por supuesto, la gastronomía y la nutrición de pueblos enteros están a cargo de las mujeres indígenas. México es un país sumamente diverso en sus sabores, y han sido las mujeres rurales quienes han estado a la cabeza de la correcta alimentación de miles de niños y niñas. Pese a la aportación alimentaria de este sector de la población, México es un país sumamente golpeado por la desnutrición, esto debido, precisamente, a las carencias que tienen los pueblos indígenas.
Del mismo modo, la mujer indígena ha encabezado movimientos sociales, defendido los derechos humanos y han sido eje central en el desarrollo del comercio y la cultura. Lo mismo ocurre con la educación formal de los niños y adolescentes. Pese a esta importancia, los datos reflejan el alto nivel de desigualdad que viven.
Según datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), las mujeres indígenas viven una situación de desigualdad frente a las que no son indígenas. Por ejemplo, el 32.5% de las mujeres que no son indígenas son jefas de familia, cifra muy superior en el caso de las mujeres indígenas (25.7%).
En cuestiones de salario, un 27.9% de las mujeres no indígenas que son jefas del hogar perciben un salario menor al mínimo, mientras que el 49.5% (es decir, casi la mitad del total) de las mujeres indígenas reciben por su trabajo una cifra menor a la mínima por ley.
En datos sólo de la Ciudad de México, por ejemplo, hay un 7.3% de mujeres indígenas son analfabetas, mientras que un 1.6%. de mujeres no indígenas.
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